Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16

Durante el Concilio Vaticano II, emergió el documento Lumen Gentium, que traducido al español significa Cristo es la Luz de las Naciones. En términos simples definido como un fuerte deseo de llevar la luz de Cristo a todas las personas, a través de la “comunión” en el cuerpo de la Iglesia.

Las iglesias crecen en santidad cuando sus miembros son invitados a caminar en reflejo a la luz de Cristo. Sin embargo, ser invitados no es lo mismo que estar involucrados. Al planear intencionalmente el futuro de tu parroquia, sus integrantes se transformarán de simples miembros en colaboradores del mensaje de la iglesia.

Un plan pastoral no se trata de retrabajar ni de repetir cosas. Con la ayuda de un grupo amplio de recursos arquidocesanos, tu consejo pastoral podrá crear un plan que involucre a sus miembros, construya una comunidad apasionada y fiel que cuente con un fuerte sentido de pertenencia y les ayude a hacer su parte en crear el Reino Celestial aquí en la tierra.

En los primeros capítulos del Evangelio de San Juan, los líderes de tu parroquia y tú encontrarán elementos de reflexión y discernimiento.

¿Quisieras saber qué dice el Papa Paulo VI en Lumen Gentium, acerca del papel de los laicos en la iglesia?

 

A través de su ministerio, el Obispo de la Diócesis de Corpus Christi, el Reverendísimo Michael Mulvey, siempre ha reconocido que la espiritualidad de comunión puede profundizar la relación con Dios y con el prójimo. Nos dice que “el amor no puede ser satisfecho en aislamiento, así como no podemos cumplir con la enseñanza del Evangelio centrados en nosotros mismos. 

  • Hablen, escuchen y vean a Jesus en los demás.
  • Coincidan en la belleza de la comunión y el amor mutuo.
  • Vivan la Palabra juntos. Compartan sus experiencias espirituales.
  • Ayuden a otras personas, y
  • Ayúdense unos a otros a crecer en santidad, proveyendo la verdad cuando sea necesario.”